LA ISLA Y EL PAILÓN DEL DIABLO EN BAÑOS PROVINCIA DEL TUNGURAHUA

La Isla, es el nombre de una Reserva Ecológica que posee varias hectáreas que se extienden entre los valles de los ríos Pastaza y Verde. Su denominación se debe, a que los cauces de los ríos casi rodean el espacio que está lleno de una exuberante vegetación de colores y figuras, que alegran el entorno que impresiona a los visitantes.

El Pailón del Diablo, antiguamente conocido como La Cascada de Río Verde, es el más asombroso salto de la región. Se dio el nombre actual, porque en las rocas que lo enmarcan aparece la cara de lucifer, según la imaginación de una persona que observa detenidamente.

Para ir por La Isla al Pailón del Diablo, se pasa por paisajes de ensueños originados por el valle que forman las aguas  del río Verde, como verdes son las hojas de los árboles, plantas y hiervas que son parte de la flora de la zona andino selvática, del bosque húmedo subtropical que existe en La Reserva Ecológica La Isla. La ruta está señalada por un gran aviso que se halla, en la antigua carretera de la entrada a la parroquia, antes de cruzar el tradicional puente de piedra.

La corta y agradable caminata comienza por un sendero de tierra, adornado naturalmente por multicolores flores, helechos arbóreos y otras plantas. Va siempre paralelo a la orilla derecha del río Verde, permitiendo una hermosa vista de la cascada que forman las aguas que caen por la pared del dique de una planta hidroeléctrica que se construyó en el cauce y que posteriormente fue abandonada.

Luego de un breve recorrido, se contempla la cascada San Miguel, donde las verdes aguas se precipitan para originar un grandioso salto, en medio de enormes bloques de negras rocas de basalto. Todo el colosal caudal, continúa por una estrecha garganta a la que le han llamado El Cañón del Duende, el que está engalanado por lianas que cuelgan a manera de verdes cortinas.

Posteriormente viene la parte más emocionante de la caminata, que se produce cuando hay que atravesar por dos puentes colgantes que se bambolean al ritmo de cómo se camina. El sendero, estrecho pero seguro, se abre entre piedras de basalto que existen en la abrupta ladera y el abismal valle del río Verde.

Si desea una mayor adrenalina, hay que bajar hasta el fondo, para gozar de la magnitud que ofrece la cascada El Pailón del Diablo. También en ese fascinante sector, puede recibir miles de gotitas de agua del torrente, que produce la caída, para darse un remojón que le llenará de energía positiva.

Así puede admirar, dos de los deslumbrantes y cautivadores lugares que tiene en su fabuloso territorio, la parroquia turística de Río Verde, del cantón Baños de Agua Santa.